Por Coni Cherep
La renovación de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe, es uno de los temas más comentados en la manzana del poder politico de la capital provincial. El gobernador Pullaro lo formuló como promesa de campaña, lo dijo en su discurso de asunción y lo repite cada vez que se lo preguntan: «Queremos una renovación de la Corte». Encabezados por el Presidente Rafael Gutierrez, «Rafa», un grupo de cortesanos han decidido presentar batalla y ponerle obstrucciones al proceso, más allá de lo que diga la ley.
«Yo esperaba que entendieran que el proceso debe ser natural, pero parece que no lo entienden» dice un funcionario del ámbito del Ministerio de Seguridad y Justicia, cuando se le pregunta por el proceso de renovación de la Corte. «No hubo ningún ministro, ni secretario del gobernador que se haya reunido con los miembros de la corte en los últimos meses para pedirles que se vayan, los que publican eso están faltando a la verdad», dice otro funcionario que no oculta su enojo, cuando lo consultan por una presunta «suave apretada» que fue difundida por un periodista capitalino en las últimas horas.
Santiago Mascheroni, a cargo de la Secretaría de Justicia, dice haber tenido encuentros formales y públicos, pero niega de manera rotunda que haya habido otras reuniones, privadas, en las que se abordaran los cambios que pretende Pullaro.
Lo cierto es que desde el Poder Ejecutivo parecen haber perdido la esperanza de que el (necesario) proceso de cambio en la Corte, se resuelva de manera pacífica y rápida. Para el gobernador , la renovación es un asunto central en sus pretensiones de modernizar el sistema, al que se cansó de calificarlo como «antiguo, lento y caro», y si desde el «Palacio» no dan señales claras de aceptarlo, irán por los cambios igual.
La Constitución de Santa Fe es clara: la inamovilidad de los jueces de la Corte, se acababa a los 65 años de edad. Eso fue actualizado por esta misma Corte, cuando se discutió el «Caso Cassiano Iribarren» en 1999 y se actualizó razonablemente el limite para la permanencia, en 75 años.
Con excepción de Mario Netri, que ya anunció su salida, y de Daniel Erbetta que tiene menos de 70 años, el resto de los miembros de la Corte están en condiciones de abandonar sus cargos.
Sin embargo, «Rafa» Gutierrez que tiene 75 años y más de 50 de actividad en el Poder Judicial ,Roberto Falistocco (77 años y 32 años en la Corte), Maria Angélica Gastaldi (77 y casi 30 en la Corte) y el santafesino Eduardo Spuler ( 81 y más de 25 en el cargo) – que por razones de salud practicamente no concurre a Tribunales en los últimos meses- parecen decididos a permanecer en sus cargos.
Rafael Gutierrez , con sus buenas y sus malas, es un nombre que significó «poder constante» en Santa Fe. Desde hace 20 años, designado por Carlos Reutemann, ocupa la silla principal del Poder Judicial santafesino. Lo eligen presidente de manera alternada, pero cuando no ocupa ese lugar, los funcionarios y los empresarios, siguen yendo a su despacho para definir los asuntos principales. «Fue protagonista de una época, claramente, pero fue» dicen en los pasillos de la legislatura, anticipando que la paciencia se va terminando.
Por razones de edad, claro, pero especialmente porque el Judicial es el único de los tres poderes que permanece inalterable desde 2010. El ultimo en arribar fue Daniel Erbetta, en la gestión de Jorge Obeid. El resto de los miembros, ocupan sus sillas desde las gestiones de Reutemann y han sobrevivido, con Pullaro, a cinco gobernadores: el actual, Perotti, Lifschitz, Bonfatti y Binner. Ninguno de los cuatro gobernadores que pasaron por la gris desde 2011, pudo cambiar un solo nombre del tribunal superior. En casi 15 años.
«Se nota mucho que el Rafa no quiere irse» dice un legislador de Unidos, cuando se le pregunta por el tema. «Está claro que nadie le va a faltar el respeto, ni lo van a empujar del despacho. Pero debería ver que todas las operaciones que está montando, son muy evidentes». Al primo del ex gobernador Carlos Reutemann, no parecen quedarles muchas salidas. A Spuler, Gastaldi y Falistocco, menos.
Al término de una reunión de la Comisión de Reforma del servicio previsional, dos legisladores bromeaban con el asunto: «Yo no lo entiendo al Rafa, debería jubilarse pronto porque si avanzamos con lo de los topes jubilatorios, va a perder 3 o 4 millones de pesos» apuntó uno. Otro, con un tono menos amistoso prefirió reflexionar: «Algunos, no terminan de entender que vinimos a hacer cambios profundos, no maquillaje. Y nos están poniendo incómodos, innecesariamente. Los ministros de la Corte deberian renunciar y dejar que la justicia santafesina se adecue a los tiempos que vienen. Todo lo demás, es obstrucción, y pérdida de tiempo»
