La FEV anuncia el relanzamiento de las gestiones para la modificación de las Ordenanzas Municipales Nº 3521, 2382 y 4004, referidas a las normativas de funcionamiento de las entidades Vecinales y de la Federación de Entidades Vecinales. La iniciativa ha sido ratificada una vez más en el seno del Consejo Directivo de la FEV en su última reunión.

“Iniciaremos una ronda de consultas formales —y de trabajo específico con los que respondan positivamente— con los partidos políticos y con los Concejales de esos partidos que tengan bancas en el Concejo Municipal. Se planificarán durante los meses de junio, julio y agosto próximos.”
El objetivo es sentar las bases de acuerdos que permitan la presentación de proyectos concretos de modificación de las ordenanzas mencionadas en lo general respecto de Vecinales y Federación, y de inclusión en el Presupuesto 2026 de un capítulo referido a la financiación de las actividades y edificios vecinales. Todo eso es parte, en realidad, de los proyectos y objetivos originales en 2023 de la Comisión Directiva que fue votada para conducir la FEV durante el período actual. Es un mandato otorgado por la asamblea eleccionaria de la Federación en mayo de 2023.
“El Gobierno municipal de los Viotti cerró los caminos hasta ahora, pero a partir de los cambios en el equilibrio de fuerzas que vendrá en este año electoral —que ya nadie puede ignorar— hay que trabajar pensando en esta nueva oportunidad. Por otra parte, ya el año pasado, aún dentro de la coalición de partidos en el gobierno, no hubo unanimidad por las negativas, el Pro se manifestó dispuesto, pero su representante no estuvo en la votación por razones de fuerza mayor. Confiamos que cada uno de ellos tendrá la honestidad intelectual de evaluar la situación, y el radicalismo es tal desde mucho antes de los Viotti y será radicalismo después de ellos, se verá.”
Los puntos importantes que se entienden como prioritarios son la flexibilidad reglamentaria para el funcionamiento de las comisiones en lo que hace a constitución, número de miembros y tareas, renovación de los cargos, entendido esto como el reemplazo de colaboradores de una comisión sin afectar el quórum por especulaciones políticas. También la posibilidad de gestionar la personería jurídica de las vecinales sin exponerlas a que sean desconocidas por decisiones políticas de los gobiernos de turno, y los cambios correlativos en la situación contable impositiva para poder gestionar y administrar más ágil y legalmente.
“Algunos piensan –y fue la excusa implícita del gobierno el año pasado– que algunas vecinales no están listas para cambios de esta envergadura. Y es cierto, no todas lo están. Pero no proponemos un salto al vacío, proponemos un proceso asistido para que evolucionen. En algunos barrios, si los vecinos lo desean, lo harán enseguida por reunir las condiciones, en otros tomará más tiempo. Pero si no se crean las condiciones, es una tarea que nunca se puede empezar. Es la excusa del poder para mantener la discrecionalidad, subestimar a los vecinos y sus organizaciones. Provocaron deliberadamente una crisis institucional sin precedentes entre Estado e instituciones –no sólo vecinales– reconociendo sólo a quienes eligen por interés personal y político. Durante un período coexistirán vecinales de distinta naturaleza, eso no es un problema. Luego, por su propio peso, se irán decantando los cambios. La gente no es sonsa, ante un beneficio evidente, nadie en su sano juicio se resiste.”
Barreiro contestó sobre eventuales planes de reorganización del vecinalismo como partido político:
“Nosotros sostenemos que la política partidaria no debe infiltrar al vecinalismo, y que éste no debe tentarse con mezclar las cosas, ni a título institucional ni a título personal. Pero la política tiene que dar soluciones, considerar al vecinalismo en su justa medida. Entonces, la respuesta a la pregunta es absolutamente no, en la medida que el sistema reconozca el rol cívico bien entendido del vecinalismo, y absolutamente sí en la medida que eso no suceda. Pero, aún en el segundo caso, no es el momento de especular con eso, insisto, ni a título institucional ni personal. Repensar al vecinalismo como partido político es un concepto absolutamente más amplio que lo sectorial que nos ocupa hoy. No son situaciones que se deban confundir, ni mucho menos subestimar. Una acción subsidiaria de esa naturaleza se ejerce solo si la acción principal ha sido infructuosa o no es posible. Nosotros somos reactivos a la respuesta del establishment local, no proactivos en esta instancia.”