En Cultura REC recibimos al fotógrafo y arquitecto Remi Bouquet. Hasta el 27 de agosto se puede visitar su muestra “Relatos del pasado y del presente: una exploración fotográfica de la arquitectura”, en Museo de Arte Contemporáneo de la UNL.
Se inauguró la muestra individual del arquitecto y fotógrafo Remi Bouquet, “Relatos del pasado y del presente: una exploración fotográfica de la arquitectura”, en las salas del Museo de Arte Contemporáneo de la UNL, Bv. Gálvez 1578. La muestra propone a través de obras fotográficas en blanco y negro, un acercamiento sensitivo a las formas construidas, mediante la escala cromática y los gradientes de luz y sombra.
Son fotografías de arquitecturas reconocibles y paradigmáticas, en su totalidad y detalles de las mismos. Construcciones de Argentina (Santa Fe, Rosario y Buenos Aires), Brasil (Belo Horizonte, Río de Janeiro, São Paulo y Brumadinho) y Estados Unidos (Los Ángeles, San Francisco, Chicago, Nueva York).
La muestra, que cuenta con la curaduría de la Arq. Olivia Gover, evoca un movimiento pendular revisitando diferentes momentos históricos a través de sus hitos constructivos, donde el artista realiza operaciones de selección y manipulación de dichas imágenes. Mediante el juego de la apropiación, instaura instancias críticas, visibilizando y reinterpretando los relatos históricos e ideológicos que signaron y signan la sociedad, condicionando sus modos de habitar.
La muestra se podrá visitar en los horarios del museo, de martes a viernes de 9 a 13 y de jueves a domingos de 16 a 20.
Luces y sombras
Las fotografías de Bouquet “proponen un movimiento pendular revisitando diferentes momentos históricos a través de sus hitos constructivos, realizando operaciones de selección y manipulación de dichas imágenes. A través de la profundización de luces y sombras, potenciadas por la ausencia de color, dota de dramatismo y de teatralidad a los edificios, los cuales son abordados en su totalidad, pero también de forma fragmentaria”, comenta la curadora Olivia Gover.
“El artista nos invita a posar la mirada sobre edificios, a recorrer topografías, a acariciar superficies, devolviendo a la arquitectura la recepción táctil, restaurando la atención tensa y la experiencia individual de la observación”.
“Al recurrir a formas ya producidas, se las apropia y las habita, pero también navega por los meandros de la historia de la cultura, visibilizando y reinterpretando los relatos anteriores”, aporta Gover. De esta manera, problematiza dichos relatos históricos e ideológicos, atestiguando el carácter narrativo abierto de la cultura.