Era la gran promesa del «Peronismo no K» y construyó durante casi dos décadas la imagen de un «buen administrador», con una mirada productivista que ponía el acento en los vínculos públicos-Privados. Sin embargo, su ascenso al poder público dejó en evidencia la falta de programas, de recursos humanos y una personalidad crispada que derivaron en un fracaso gigante. Aquí van 10 razones para la inexplicable gestión de Omar Perotti, a menos de un año de su salida. Adelanto del libro «Un asalto a Casa Gris»
1- LA CAMPAÑA Y LA REALIDAD
«La Paz y el Orden», fue el slogan que compró el ex intendente de Rafaela. La campaña fue diseñada por un genio publicitario que desconocía la realidad santafesina y lo envalentonó. Era, sin lugar a duda, el talón de Aquiles de los gobiernos del FPCYS, y aunque la gestión de Miguel Lifschitz- con Maximiliano Pullaro como ministro- mostraba estadísticas que evidenciaban una mejora constante en la tasa de homicidios y en la desarticulación de bandas, eligió prometer soluciones mágicas al asunto que entonces, más angustiaba a los santafesinos.
La demora en la designación del ministro de Seguridad demostró que no había planes. De la promesa de «ser el jefe de la policía», designó al excomisario Víctor Sarnaglia , pero lo sometió a los arbitrios de un » paquete porteño», que sólo apuntó a demoler a la oposición antes de asumir.
2-LA NO TRANSICIÓN, EL ODIO Y LA COSECHA
En marzo de 202o, Miguel Lifschitz sentado en el sillón de la antesala de la Presidencia de la Cámara de Diputados, y con Juan Carlos Zabalza como testigo, se lamentaba con bronca: «Yo no lo entiendo. Pudo elegirme como aliado durante los primeros dos años. Aprovechar que me fui con buena imagen, trasladar a la sociedad un mensaje de calma y racionalidad, y enfrentarme dos años después. Pero eligió la confrontación, la descalificación y la mentira»
Desde que ganó las elecciones, hasta que asumió la gobernación, a Perotti le regalaron seis meses preciosos. Pudo haber promovido una transición ordenada, con acumulación de información clave y colaboración plena. Había predisposición y a esto lo confirman algunos ex funcionarios del propio Perotti: «Es mentira que no nos daban información, lo que pasa es que Omar estaba furioso con Lifschitz. Nunca me explicó los motivos, pero no toleraba la idea de las fotos conjuntas. Esa era una de las obsesiones: «No quiero fotos con él». En octubre de 2019, con la designación decidida de Marcelo Saín como ministro de Seguridad, esa tensión explotó por los aires. El «porteño» le aconsejó patear el tablero y acusar al oficialismo saliente como responsable del vínculo de la «política con el delito». Una frase que el gobernador eligió como leit motiv, para el discurso de asunción.
Lifschitz intentó serenar las aguas, pero el embate se hizo cada vez más duro. La votación del presupuesto 2020, acordada entre socialistas, radicales y peronistas, terminó de configurar el escenario bélico. «Le pedimos cincuenta veces que nos mande un proyecto de presupuesto, pero se negó» dijo el entonces ministro de Gobierno, Pablo Farias. La sanción de la ley que le regulaba los números para su primer año de gestión, lo terminó de convencer: «El primer objetivo es meterlos presos». No existían causas, ni motivos para semejante disparate. Pero Saín tenía un plan y Perotti lo compró.
3- LA ASUNCIÓN, EL ASUETO DE UN MES Y LA DESIGNACIÓN DE UN GABINETE ANTIGUO
El discurso de asunción de Omar Perotti pasará a la historia como el único que recuerda la democracia desde 1983, en la que el entrante descalifica al saliente y lo acusa vagamente de ser un delincuente. Su fragmento más elocuente fue: “El negocio del narcotráfico se expandió al amparo de la desidia y la ignominia estatal. Vimos casos notorios” de “vista gorda policial”, “judicial” y “política”, cuando no asentada en un pacto de gobernabilidad directo o indirecto” con el crimen. “¡Esto se acabó! “Debe haber una clara línea infranqueable, que divida “a la legalidad y “al mundo delictivo”. “¡Hay que cortar los vínculos con el delito!”
Su agresividad desentonaba con las estadísticas recientes, y no tenía contacto con la realidad. La «Causa Espionaje» terminaría explicándolo.
Pero si algo le faltaba a Perotti para convulsionar aún más los vínculos con la oposición, fue la decisión de «cerrar por todo enero de 2020″ la totalidad de la administración pública. ¿Los argumentos? » Hacer una auditoria». Un dato innecesario porque ya había ordenado que la AGN lo hiciera.
Cerró Casa Gris, todos los ministerios y ordenó la intervención de la EPE y de todas las empresas y organismos descentralizados.
Un exministro lo cuenta así: «Nos pidió que revisáramos todos los cajones de todos los ministerios, que revisemos las computadoras, que buscáramos papeles que lo incriminaran a Lifschitz. Nos tuvo un mes, el primero, quizás el más importante de cualquier gestión, buscando pruebas que nunca encontramos, sobre asuntos que nunca entendimos. Encima ordenó pagar tarde el primer mes, para dejar la sensación de que no tenía plata en la caja, y la recaudación era récord. Yo fui uno de los pocos que se lo dije, después terminó como sabés» explica, pidiendo reserva de su nombre.
En febrero, el resultado era desolador. No había ningún indicio delictivo, los resultados de la auditoria nacional lo confirmaban, y el gobierno, que había perdido seis meses en organizarse, perdió un mes clave en el arranque. Encima, los miembros designados en los ministerios eran casi todos ex funcionarios de las gestiones de Obeid y Reutemann, que habían abandonado la gestión pública 12 años atrás.
«Nos mandó a manejar Android, con especialistas en D.O.S», acota el exfuncionario. Y termina: «Ni siquiera tuvimos la ventaja de adaptarnos. Cuando empezábamos a tomar decisiones, llegó la Pandemia y todo se fue al carajo»
4- LA PANDEMIA, EL COMIENZO DEL «AHORRO» Y LAS VACUNAS
Los gremios estatales se mostraron muy complacientes con Perotti desde el día uno. Los tres principales referentes de ATE, UPCN Y AMSAFE, coincidieron con el gobernador en acusar al gobierno anterior de los números de la «caja», y no formularon reclamo alguno ni pedido de actualización de salarios.
La Pandemia de COVID, contra toda lógica, supuso una ventaja para la gestión. Todas las responsabilidades y reclamos por la falta de organización recaían sobre la administración de Alberto Fernández.
A los reclamos por la falta de un presupuesto propio, le agregó los lamentos por la falta de asistencia nacional. Los números no cerraban, pero a revés. Contra toda lógica, el gobierno reconocía que en los primeros tres meses de gestión había «ahorrado» casi 10 mil millones de pesos. La «paciencia cómplice» de los gremios y el estado de emergencia, amparaban el mecanismo de guardar el dinero en plazos fijos antes que invertirlo en infraestructura.
La Obra pública estaba paralizada desde diciembre por pedido expreso del nuevo gobernador, y el ingreso de nuevos recursos tampoco sirvió para reactivarla.
El COVID desató una parálisis absoluta por casi un año. La Caja provincial creció de manera descomunal. Sin embargo, los salarios estatales perdieron casi el 20 % de su poder adquisitivo. La aparición de las vacunas desató un escándalo tras otro, por los privilegios de los vacunados. Dos miembros de la familia del gobernador fueron acusadas de recibir vacunación anticipada. El gobernador lo negó, se ofendió, amenazó con iniciar acciones legales, pero nunca lo hizo. Sólo se «autodenunció» y nunca citó a quienes lo afirmamos a declarar judicialmente. La fiscalía, tampoco lo hizo.
5- HOMICIDIOS EN PANDEMIA, LA MUERTE EN EL CASINO, LA CAUSA JUEGO Y LA PERSECUSIÓN A LOS SOCIOS ELECTORALES.
Hay un dato que define a la gestión de Perotti y de Marcelo Saín: Santa Fe fue la única provincia del país en la que se incrementaron los homicidios durante la pandemia de COVID. Contra toda lógica, con la población prácticamente encerrada, los crímenes aumentaron un 30% respecto al mismo mes del año anterior.
La policía por entonces sufría una crisis absoluta, especialmente a causa de las internas que había desatado el ministro porteño, con el propio jefe de la Policía, con todos los jefes de unidades, con el ministro de Gobierno Esteban Borgonovo, y con toda la oposición.
Un crimen en el Casino de Rosario, adjudicado a Los Monos, terminó con la autoincriminación del empresario del juego legal en otras provincias e ilegal en Santa Fe, Leonardo Peiti. El operador del juego confesó que pagaba coimas a grupos delictivos para que lo dejaran operar, y acusó con filmaciones a dos fiscales de Rosario, de cobrarles unos cinco mil dólares mensuales a cambio de brindar protección en la región en caso de resultar investigado. Patricio Serjal y Gustavo Ponce Asahad fueron detenidos, destituidos y procesados. Al poco tiempo, Ponce Asahad, de confirmada colaboración con Saín en algunas «investigaciones» quedó en libertad, por acogerse a los beneficios del juicio abreviado y una confusa aplicación de la ley del arrepentido, que no tiene regulación en la provincia.
El caso Peiti derivó en la «Causa Juego Ilegal». Un asunto que terminó en la acusación del Senador Armando Traferri, como presunto socio de Peiti en un esquema ilegal de juego en el Departamento San Lorenzo.
Saín dictaminó la culpabilidad del senador incluso antes de que los fiscales comenzaran a investigar el asunto. Traferri se aferró a los fueros con alcances de protección absoluta que tiene la antigua constitución provincial de Santa Fe y evitó la detención que habian ordenado los fiscales, luego de pasar por la legislatura para pedir el desafuero. El propio ministro «armó» un operativo cinematográfico en las puertas del edificio anexo de la legislatura.
La aparición de una situación similar en el Departamento Castellanos, con el reconocido operador ilegal David Perona- a quien el intendente de la ciudad y el entonces Secretario de Gobierno, Marcos Corach, le habilitaban los negocios- produjo una crisis en la investigación. Hubo conflicto para ordenar y unificar la causa. De manera inexplicable, Leonardo Peití pasó de acusado a arrepentido, dijo que Traferri recibió dinero de él «para la campaña de Perotti», y todo se fue desvaneciendo.
Hoy Peiti está libre, por acogerse al juicio abreviado, y haber «colaborado» con la justicia.
Las relaciones de Traferri y seis senadores que lo acompañaron, se rompió con el gobernador. Traferri no es un senador más, sino que era el jefe del sector que acompañó en la fórmula a Perotti con la ex jueza, Alejandra Rodenas. Rodenas es una mujer del riñón del senador sanlorencino.
Perotti ya no tenía relaciones con el presidente de la Cámara de Diputados, Miguel Lifschitz, sino que rompía con la mayoría de los senadores. Así, no hubo forma de construir políticas con la legislatura. La temprana muerte de Lifschitz, sin embargo, le dio un respiro.
6- LA MUERTE DE MIGUEL LIFSCHITZ, LA IMPLOSIÓN OPOSITORA Y EL COMIENZO DE LOS NEGOCIOS
La muerte a causa del COVID, del exgobernador- que entre otras cosas se negó a ser vacunado de manera privilegiada- le ofreció a Perotti un nuevo escenario.
A la conmoción humana, le siguió la política. A las diferencias preexistentes en el FPCYS, que no había saldado la discusión post derrota electoral 2019, le siguió una verdadera implosión.
La provincialización de JXC con todo el radicalismo, rompió el frente y dividió al bloque en la Cámara de Diputados.
Las diferencias empezaron a notarse con las votaciones de algunas leyes «imprescindibles» para el gobernador, como la de «Conectividad», un proyecto que multiplicó por seis los costos originales del plan de extensión de la fibra óptica en toda la provincia.
Las quejas de los docentes por la falta de condiciones para dictar clases fue el argumento que apuró la sanción, que incluye un endeudamiento de al menos 150 millones de dólares que contrajo la provincia, a tal efecto.
La Pandemia fue usada al extremo como excusa para disponer gastos y ahorros. Mientras tanto, los gremios continuaron con una política de aceptación pura a las necesidades del gobierno. A las pérdidas del 2020, se le agregaron nulos acuerdos salariales por todo el 2021.
La plata siguió creciendo en plazos fijos, las obras no arrancaban, y el gobierno cumplía con dos obsesiones: desarrollar un negocio con internet, y conseguir pruebas ilegales para «mandar presos» a opositores.
7- EL ESPIONAJE, LAS ARMAS, LOS AUDIOS Y EL ESCÁNDALO INSTITUCIONAL MÁS GRAVE DE LA HISTORIA
Hace apenas unas semanas se conoció la imputación del exministro de Seguridad Marcelo Saín, por 21 delitos en concurso real, que incluyen órdenes de acciones ilegales, espionaje y abusos a los derechos humanos de varios santafesinos. La causa, se agrega a otra aún más clara y objetiva: el intento de direccionar la compra de armas a una empresa israelí, copiando y pegando los datos de las armas que ofrecían, en los pliegos de compra.
La investigación de ambas causas, se produjo bajo las pruebas obtenidas en los teléfonos celulares de los principales colaboradores de Sain, tanto en el Ministerio de Seguridad, como en el MPA, donde ocupaba un cargo por concurso.
Las acusaciones derivaron en su destitución, y desde noviembre de 2021, la figura de Saín permanece bajo la lupa y el escrutinio de los audios que los querellantes fueron recibiendo como pruebas.
El plan era muy claro: había que inventar pruebas contra dirigentes políticos de la oposición, probar que fueron autores de delitos indefinidos, escuchar, perfilar, investigar a familiares de los dirigentes, empresarios de medios, o de sectores que pretendieran competir con las empresas amigas en algunas licitaciones ( especialmente de medicina privada).
En los audios aparecen indicaciones atribuidas al propio gobernador o a su adlátere histórico, el diputado nacional, Roberto Mirabella, a quienes les imputa órdenes para complicar, por ejemplo, al exministro Pullaro en acciones de policías.
El secretario de justicia, Gabriel Somaglia, dice en algunos audios dirigidos a Saín que «soy tu paraguas, y avanzo hasta donde puedo» en referencia obvia a «legalizar» acciones ilegales, a través de jueces y fiscales amigos, que posdataban las fechas de algunos audios obtenidos de manera ilegal.
El esquema quedó prácticamente probado en la audiencia imputativa que encabezó el fiscal de delitos especiales, Ezequiel Hernandez.
El propio Saín, en su única intervención oral durante el juicio, negó la ilegalidad de las acciones, aunque dijo que todo, fue realizado con conocimiento y autorización del gobernador.
Y dice tener audios de esas órdenes. Desde entonces, la desesperación reina en gobierno. La fiscalía de Estado, fue la única querellante del juicio que pidió la libertad de los imputados, contrariando- como en otras tantas oportunidades- su propia razón de existencia: la protección de los intereses del estado santafesino.
Las causas de espionaje y compra de armas, dejaron al descubierto una verdad irrefutable, que se refleja en los números de criminalidad de los últimos tres años: lejos de combatirlo al delito, lejos de disponer un plan que recupere la prometida Paz y el Orden, Santa Fe sufre la peor etapa de sus crisis de violencia y criminalidad organizada.
Ni los millones de pesos que bajaron de nación, ni las leyes de emergencia continua que le votó la legislatura, ni la discrecionalidad en el gasto con los recursos extraordinarios para la materia, ni los gendarmes que llegaron, ni la designación de tres ministros en tres años, pudieron mejorar las condiciones.
Todo está peor desde que Perotti aumió el gobierno en la materia. La única en la que había prometido soluciones.
8- DESTRUIR TODO LO QUE SE HIZO ANTES , AUNQUE SE HAYA HECHO BIEN
Una de las expresiones más contundentes de la personalidad de Perotti, es su desprecio por todo lo que haya ocurrido antes que él.
Si algo funcionó bien durante las gestiones de Binner, Bonfatti o Lifschitz, se cierra o se rompe.
Con esa consigna, desaparecieron tres planes premiados internacionalmente por sus incidencias positivas en los datos de inclusión social.
Desapareció el PLAN ABRE, que organizaba intervenciones multidisciplinarias del estado en los barrios más carenciados de las principales ciudades de la provincia. Se detuvieron todas las inversiones en espacios públicos destinados a los deportes infantiles. A cambio, se utilizaron los recursos públicos para direccionar millones a «instituciones amigas», como el club del propio gobernador, Central Norte de Rafaela, que recibió decenas de millones de pesos de manera ininterrumpida, para hacer un gimnasio. El presidente del club no quiere hablar, apenas maneja limitadamente el lenguaje español. Nadie en RAFAELA, lo imputa de ser el autor de ninguna maniobra ilegal, porque todos saben que esos recursos son manejados de manera directa por el intendente de la ciudad, Luis Castellano.
En la misma lógica, borraron el PLAN NUEVA OPORTUNIDAD. Un proyecto que se destacaba por la inclusión de personas que salían de prisión y eran formados en distintos oficios, para buscar salidas por afuera del delito. El plan no sólo desapareció, sino que su presupuesto fue reasignado a gastos diferentes. Tampoco el servicio penitenciario, que sigue a cargo de Walter Galvez- que ostenta un récord en fugas de presos en la historia santafesina-lo reemplazó con nada.
Las cárceles, dicho por la DEFENSORA PÚBLICA, Jaqueline Balangione, están peor que antes de la asunción de Perotti y Galvez, no se cumplió con ninguno de los planes de obras anunciados después de cada escandalosa fuga, y las comisarias están llenas de reclusos.
A diferencia de otros tiempos, los dirigentes de DDHH no dicen nada. Ni la secretaria de DDHH, Lucila Puyol, ni la abogada Nadia Schujmann, figuras repetidas en las protestas por las condiciones carcelarias durante las gestiones socialistas, parecen preocupadas por el tema.
Una brilla por su no gestión, la otra- funcionaria estrecha de Saín- prepara su defensa por los 17 delitos en concurso real que le imputaron en la causa espionaje, donde los audios la dejaron en evidencia.
Galvez, a pesar de haberle festejado a su hija los 15 años en una fiesta con 200 personas en plena pandemia, sigue en su cargo.
Finalmente, desaparecieron los PLANES VOLVER A ESTUDIAR Y VOLVER A ESTUDIAR VIRTUAL. Ambos le habían permitido a más de dos mil santafesinos acceder a la finalización de sus estudios secundarios. La mecánica de ir a buscar a todos los niños y jóvenes que abandonaban los estudios a sus hogares, permitió la reinserción de miles de estudiantes en las escuelas, y el plan virtual, ofreció la primera experiencia de completar a distancia en un alto porcentaje, a los que se veian impedidos de concurrir físicamente a las aulas.
Sin embargo, y con el valor que tenía la experiencia, especialmente para ser aplicada durante la pandemia, el ministerio de educación decidió eliminarlo, sin darle reemplazo. Contra toda lógica, 500 personas que habían sido designadas para trabajar en los 3 planes sociales, que incluían docentes y profesionales de la asistencia social, fueron «destitularizados», sin demasiados chistidos por parte de AMSAFE.
El abandono de estas políticas nunca fueron explicadas por los ministros de las carteras que llevaban la responsabilidad de continuarlos. Una exfuncionaria, con participación en uno de ellos, fue taxativa: «Omar no quería que quedara nada en pie, que recordara las gestiones anteriores, y cuando digo nada, es nada»
9- LA FALTA DE ORGÁNICA GUBERNAMENTAL, LA FALTA DE LIDERAZGO Y EL DISLATE DEL GASTO PUBLICITARIO
Perotti nunca comprendió que el liderazgo se construye y se afianza, sólo si hay respeto por parte de los pares y los subalternos.
Decenas de ejemplos resuenan en Casa Gris, sobre gritos y maltratos a sus funcionarios, la falta de respeto a los empleados públicos que lo rodean, y especialmente, la incapacidad para organizar al gobierno.
La inversión publicitaria del gobierno de Perotti no tiene antecedentes: en 2021, año electoral, gastó más dinero que la ciudad de Buenos Aires en publicidad en medios e internet. Sin embargo, no consiguió que su comunicación institucional funcionara.
Uno de los miembros de su equipo dice que «no hay forma de trabajar con la presión que hay, todo el tiempo es bajo gritos, se cambian de planes, horarios, y organización cada diez minutos» y agrega: «Lo peor es que nunca contratan gente capaz, sino amigos o conocidos de tal o cual. Nunca hubo política ni plan estratégico de comunicación, con la salvedad de los llamados a los medios para corregir o protestar por lo publicado».
La realidad es que ningún gobierno hizo el gasto proporcional que hizo esta gestión en los medios de comunicación, y ninguno, tampoco, contó con el silencio casi general de sus acciones irregulares.
Con la excepción de las denuncias que formulan los legisladores, las denuncias por irregularidades en la gestión, brillan por su ausencia. Las redacciones de los medios santafesinos están infectadas por niveles de auto censura sin antecedentes en democracia, y las presiones groseras al periodismo, son silenciadas por los sindicatos de prensa.
En las últimas horas, se conoció una noticia que encaja: el sindicato recibirá el 20 % de las viviendas de un plan que se anuncia en el norte de la capital provincial.
Un exministro confiesa : «Yo no recuerdo una cosa así, ni con el Lole, ni con el Turco. Acá no existe el gabinete. Los ministros no se hablan entre si, y desde que estaba Saín, nadie habla nada por teléfono por temor a ser escuchado. Yo no puedo calificar como gobierno a esto, siempre fue un desgobierno y la falta de liderazgo de Omar, al menos a mi, me asombró»
10- PROCRASTINACIÓN, NEGOCIOS E INCAPACIDAD
Perotti perdió una oportunidad histórica. Tuvo la chance de hacer una gestión distinta, pero eligió no gestionar.
Cuando se buscan los motivos, hay demasiadas respuestas, aunque en todas se repite una: «A Omar le gusta mucho más la plata que cualquier cosa, y eso lo enceguece».
La ambición, sin embargo, no es óbice para la falta de ideas, planes, equipos y la ejecución de lo más simple u obvio.
En todos los ministerios, en todos, sobresale la subejecución presupuestaria. Todo, se concentra en la demora y el exceso de control del gasto por parte de las autoridades del ministerio de economía, pero especialmente del propio gobernador que pone a sus «punteros» en los ministerios.
El caso más emblemático es el de Seguridad. En el área más urgente, en octubre, se había ejecutado sólo el 26 % del presupuesto, y menos del 3 % de los recursos extraordinarios.
Las licitaciones se caen o se levantan de acuerdo a la cara de los ofertantes. Todas terminan sospechadas por sobreprecios y acomodos, todas terminan haciéndose más tarde de lo necesario, incumpliendo con el principal objetivo: llegar a tiempo con las necesidades de los santafesinos.
La explícita tercerización de IAPOS, genera conflictos constantes en la prestación de servicios y un aumento sostenido de recursos de amparo por parte de los afiliados.
El ministerio de educación pasa por su peor momento, sin dialogo con los directivos y docentes de las escuelas públicas, sometiéndolos a maltratos que se fundan en la venganza por las acciones de fuerza que llevaron adelante en octubre, fuera del control de la ultraoficialista conducción de AMSAFE. Los edificios están abandonados, y aunque arrecie el calor, la ministra resolvió que las clases continúen hasta el 23 de diciembre, sin distinguir entre quienes aprueban o no las materias. Para eso, suspendió los exámenes, y ordenó el «pase automático» de grado, sin ningún sustento académico.
Los hospitales y los SAMCOS, evidencian una falta total de políticas. Ni la pandemia conmovió a Perotti, para devolverle a los trabajadores del sector condiciones dignas de trabajo.
En estas horas se repiten los reclamos por titularizaciones, aumentos y condiciones dignas de trabajo para médicos, enfermeros y choferes de ambulancias. En los Samcos, reina el desorden y los acomodos de amigos del gobierno, para asegurarles el trabajo por los próximos años.
La semana pasada, el 2022, se convirtió en el año con mayor cantidad de crímenes de la historia en Rosario. El ministro de seguridad es un fantasma, que no aparece prácticamente en la vía pública. El gobernador, aquel que fundó su campaña en la inseguridad, ya no habla del tema.
¿ Por qué Perotti es un fiasco?
«Porque lo pudo el odio a los socialistas y radicales» dicen otros.
«Porque no tenía plan, y subestimó la gestión»
«Porque siempre fue así, pero esta vez lo vemos todos»
En fin, hay decenas de respuestas que pretenden explicar uno de las mayores defraudaciones políticas de la historia de Santa Fe, la mayor sin dudas desde el retorno a la democracia.
A mi se me ocurre una sola, que está fundada en un antecedente ocurrido en el año 2000, pocos meses antes de que el país estallara en mil pedazos.
Entonces, un joven Perotti, que había sido central en la operación de privatización del Banco Provincial de Santa Fe, golpeó el despacho del gobernador Carlos Reutemann y le avisó que se se iba por dos años del país. A Washington, a formarse, por razones académicas.
Reutemann, cuando terminó la reunión, le sonrió a su secretaria y le dijo » Este se borra siempre en las malas, sólo está en las buenas»
Perotti siguió siendo el mismo de entonces. Pero esta vez no pudo simular su personalidad, y sus prioridades.
Hay algo que le duele escuchar, cuando alguien lo deja escapar accidentalmente de la boca o lo escribe.
Perotti nunca fue lo que pareció, y ahora quedó demostrado.
Su futuro político es confuso, y su situación penal dependerá de lo que pueda arreglar de acá, al 10 de diciembre de 2023.
Al final, era sólo un incapaz. Había que dejarlo gobernar para probarlo.
Y quedó en evidencia.