Un usuario de Twitter compartió con sus seguidores el “experimento social” que realizó con su hijo adolescente. Lo que ocurrió fue que en el baño de su casa se acabó el jabón y el hombre quiso probar qué haría su hijo si él no llenaba el dispenser. La secuencia se volvió viral y mucha gente comenzó a compartirle consejos.
“Hace 4 días que se acabó el jabón líquido. Hace 2 que puse el repuesto al lado. Seguimos sin jabón líquido”, tuiteó @arielsignetti junto con una foto del envase dispenser vacío y un repuesto de jabón líquido cerrado a su lado. “Vivir con adolescentes”, sentenció en el mensaje.
Ese primer tuit cosechó risas, comentarios y miles de me gusta. Una usuaria le recomendó que para que el experimento tenga éxito, debería poner una tijera cerca. Así, su hijo adolescente no tendría más que cortar el sachet con el jabón.
Ariel le hizo caso, colocó la filosa herramienta junto al envase y subió una foto de la puesta en escena. Otra persona sugirió que limpie el frasco y lo deje bien vacio. Pero al parecer no sucedió nada. Después de eso, Ariel volvió a subir una foto de su baño en la que se puede observar el dispenser intacto, la tijera sin usar y el envase con el jabón herméticamente cerrado.
“Día 5, siguiendo sus consejos vacié el agua jabonosa creada con el fin de no recargar y dejé abierta la tapa”, publicó Ariel
Para ayudar a su hijo y hacerle más fácil la tarea de llenar el contenedor plástico, Signetti además lo dejó abierto. Así, el joven simplemente debería cortar el sachet con el líquido limpiador. Pero, otra vez, nada de eso sucedió.
“Cómo se están lavando las manos hace 5 días? ¿Se están lavando las manos?”, preguntó un seguidor.
“Yo uso el jabón de la ducha, él va al otro baño a lavarse con el jabón de la bacha porque considera que el jabón del cuerpo no es apto para lavarse las manos”, respondió el ya casi resignado padre.
Más consejos no tardaron en llegar y una persona recomendó ponerle un embudo al envase, para hacer más evidente que es necesario llenarlo. Ariel también documentó el siguiente paso:
“Voy tomando ideas y le sumé un embudo. Yo nunca uso, pero capaz ustedes tienen razón”, concluyó Ariel en su último tuit: parece que todavía tiene una leve esperanza de que su hijo finalmente rellene el dispensador de jabón y puedan volver a lavarse las manos normalmente.
Finalmente, el milagro ocurrió. No está claro si el adolescente se enteró por Twitter de que debía rellenar el jabón o si es que captó las señales de su padre, pero cumplió con la misión y respondió a su progenitor desde la red social. «Dejen de llorar», respondió.
Como respuesta, su papá le agradeció y dio por cerrado el tema en Twitter.
Fuente: Hoy día Córdoba