Muchas personas nacen con la fortuna de su lado, o por lo menos son visitados por esta una gran parte de su vida. En otros casos parece que la persona está maldita ante la mala suerte que le acompaña. El caso de Fran Selak es cuanto menos digno de estudio, esquivando a la muerte la friolera de siete ocasiones para después ganar la lotería los 74 años de edad.