En el Challenger de Tenerife, el umpire Poncho Ayala advirtió al argentino Rodríguez Taverna y al italiano Marcora, apenas comenzado el partido.
Todo parecía estar en orden, en un panorama paradisíaco, en una cancha en Tenerife, entre palmeras y muy cerca del mar, y apenas un par de espectadores a la vista en la única tribuna lateral. No había transcurrido demasiado; de hecho, apenas se habían jugado tres games. Y en ese contexto, el juez de silla español Poncho Ayala no dudó: les reclamó al argentino Santiago Fabián Rodríguez Taverna y al italiano Roberto Marcora, que jugaban por la segunda ronda del Challenger 2 de Tenerife, que no gritaran más. Un momento insólito e inesperado, en medio de lo que parecía un cotejo de desarrollo normal, que derivó en una ardua discusión.
Fuente: La Nación