Mientras que otras casas de lujo apuestan por una moda más elevada, donde la elegancia y la sofisticación son imprescindibles, Balenciaga se caracteriza por ser el ‘enfant terrible’ de todas las firmas. La ‘maison’ francesa suele sorprender con diseños que buscan burlarse de lo que consideramos lujo, siguiendo el ejemplo de Piero Manzoni en el arte.